
1 Di todo –
Intenta no ocultar ningún pecado grave. Comienza con el pecado más difícil de admitir.
2 Sé claro –
Intenta no ser sutil ni eufemístico. O sea, di las cosas como son. Si mataste a alguien dilo así en lugar de “hize que mi prójimo duerma bajo tierra”.
3 Arrepiéntete –
Es a Dios a quien has ofendido, y Su perdón el que buscas.
4 Sé breve –
No es necesario sumergirse en detalles. Cuando lo hacemos, a veces solo intentamos excusarnos.
No comments:
Post a Comment