Tuesday, February 18, 2014

La Catedral de Cristo el Salvador en Moscú

La Catedral de Cristo el Salvador (vista aquí) en Moscú, Rusia, refleja la prueba y la fe de la Iglesia de Rusia. Durante la época soviética, cuando el estado ateo quizo reprimir y eliminar el cristianismo en la Unión Soviética, la catedral fue destruida. La catedral original tomó 40 años para construir y fue consagrada el 26 de mayo, 1883. En el otoño de 1917, los bolcheviques tomaron control de Moscú y hacia 1922 la Unión Soviética fue oficialmente establecida como un estado comunista. Durante este periodo, la Iglesia enfrento una opresión feroz; las propiedades de la Iglesia fueron confiscadas y obispos, sacerdotes, y monjes fueron secuestrados para ser encarcelados y/o ejecutados.
Bajo el liderazgo de Stalin como cabeza del estado comunista, se hizo una decisión para destruir la catedral; este plan incluía la construcción del "Palacio de los Sóviets" en el sitio de la catedral demolida. El supuesto Palacio iba a ser un monumento al "comunismo victorioso y a Lenin". Los sóviets querían una Moscú nueva sin ningún rastro del "maldito pasado y sus monumentos"; Una campaña masiva de propaganda precedió la destrucción actual. Los periódicos escribieron, "la catedral es grotesca y totalmente no artística", que "la catedral es un hongo venenoso en la cara de Moscú" y que era "una fuente de vaguería" entre otras cosas.

Las primeras explosiones golpearon la catedral el 5 de diciembre, 1931, por decisión de la agencia política (Politburó) de Stalin. La iglesia más importante de Rusia había sido vandalizada y destruida. Los cristianos siguieron siendo perseguidos; hacia 1939, el número de parroquias activas era menos de 500. Bajo el liderazgo de Kruschev (1950s), Moscú construyó una piscina enorme (llamada la Piscina Moskva) en lugar del Palacio en el sitio donde una vez estaba la catedral. En febrero de 1990, cuando la Unión Soviética estaba cerca del colapso, el Sínodo de la Iglesia ortodoxa rusa pidió al gobierno permiso para resurgir la catedral en su sitio original. En 1992, después del colapso de la Unión Soviética, un decreto es firmado por Yeltsin (presidente de Rusia) para reconstruir la Catedral de Cristo el Salvador. La reconstrucción de la catedral comenzó en 1994. El 14 de abril, 1996, el Patriarca Alejo II condujo el primer servicio en la catedral parcialmente acabada. El 19 de agosto, 2000, el Patriarca Alejo II guía a todos los obispos de la Iglesia ortodoxa rusa en la Gran Consagración de la Catedral.

Muchas lecciones se pueden aprender de esta época oscura. Recordamos que al fin, Dios gana. Cuando el mal parece "triunfar" en este mundo, recordemos que Cristo ya triunfó sobre el pecado y la muerte. Dios, después de todo, no puede ser matado o vencido, aunque regímenes y poderes seculares lo declaren así. E incluso en momentos de adversidad y persecución, Dios no abandona a Su pueblo; pero lo más importante, recordamos que hay que permanecer en oración siempre, manteniendo nuestra esperanza y confianza en el Señor hasta el fin. Al igual que los primeros mártires, los neo-mártires de Rusia estaban dispuestos a morir por la Verdad, sabiendo que nada—ni siquiera la muerte—los podía separar de una eternidad con Dios. Preguntémonos: ¿Qué tan comprometidos estamos con la Iglesia de Dios? ¿Estamos dispuestos a dar nuestra vida por la Verdad que proclamamos? ¿A quién reconocemos como autoridad Suprema en una sociedad secular y atea?

“La Luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la dominaron” (Juan 1, 5)
 

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